De lo que no se enamora nadie:
de lo que a él solo enamora
pero espera tanto que aun ignora
las vistas que quedan por ver.
De las impuntualidades
de los desencuentros
de los feroces roces que marcan el evento
en el que se encuentran como el sol y el viento.
De lo ficticio
de lo irreal
de lo que no existe
pero se hace notar.
El corazón se enamora de lo que nadie
de lo que imagina y de lo que es capaz de imaginar,
que es mucho más que lo surreal
un tanto de mezcla, un tanto puro,
imagina un mundo ideal.
Es tanto el imaginar que…
cree
y crea
lo que no ve.
Recrea en sueños
lo que nunca va a suceder
porque no puede
porque no es
porque no fué.
Porque no va a ser.
*basada en hechos reales de la zaraza de la verdad*