Mis versos, y mis besos, mis pasiones mis colores. que más que míos, son tuyos, porque no me los devolviste. Y tampoco los pido tampoco los extraño solo los recuerdo fijamente, cada vez que recuerdo que amo. Y ojalá volvamos a aquel día donde fui más mía que mi misma y sonriendo entregué mis risas. Ojala permitas que tus ojos me desconcierten otra noche bailando con los míos hasta que del goce se agoten. Y aunque las luces envuelvan en destellos a la triste ciudad no es de día ni hay tristeza porque nuestra noche hoy empieza.